Dominación Durango
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De antemano te agradecemos el tiempo que te lleve indicarnos tus observaciones. Población Total 15, Distribución de la población en el territorio Nayarit 15, Durango Cantidad de localidades En un intento por expulsar a los conquistadores europeos de sus tierras, entre , los coras participaron en la guerra del Mixtón, pero el virrey Antonio de Mendoza respondió con una gran concentración de tropas virreinales, con el fin de preservar la dominación española.
Después de la derrota de ese movimiento, por casi dos siglos en la sierra del Nayarit se reprodujo una sociedad con vínculos políticos y rituales permanentes: hacia el norte con los tepehuanes y al oriente con los huicholes. Su organización política consistía en una jefatura gobernada por el tonati, cargo que se heredaba en el interior de una estirpe particular. Había dos sacerdotisas permanentes a cargo del culto, que implicaba el consumo de plantas enteógenas, como el peyote.
No obstante, el poder real estaba fragmentado en líderes de rancherías, jefes de grandes grupos familiares. La influencia de la religión católica no tardó en manifestarse en un culto sincrético, en el que Jesucristo fue asimilado con el sol. En su territorio, los varios jefes coras se opusieron con rebeldía al sometimiento y mantuvieron una región autónoma del poder virreinal y de la Iglesia católica, hasta cuando surgió la conquista militar, en que un contingente de soldados provenientes de Zacatecas, apoyados por indios flecheros, entre ellos algunos huicholes, se apoderan de la Mesa y con esta acción quedó sometida la región cora-tecualme.
A mediados del siglo XIX los indígenas serranos, especialmente los coras, formaron parte del movimiento encabezado por Manuel Lozada. En alianza política y militar con los mestizos del altiplano y la costa del territorio de Tepic, de a mantuvieron una autonomía política y religiosa que les permitió reformular los rituales comunitarios a partir de la combinación de sus tradiciones religiosas con elementos del catolicismo tridentino aprendidos de los misioneros.
La artesanía es escasa y su comercialización se restringe a la propia región cora. Los colores que suelen tener son negro con blanco, o bien combinaciones vistosas y contrastantes. Otra artesanía son los huaraches de piel con suela de llanta y los sombreros de yute.