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No me explicaba cómo en los Estados Unidos habíanse acordado de un humilde investigador español, de un profesor perteneciente a la raza vencida y humillada. ✨ Más chicas para explorar: Citas para adultos Prague, Sexo casual online Feira de Santana, Sexo seguro Jackson
Para costear gastos de viaje, el oficio de invitación incluía un cheque de dólares. Profundamente sorprendido y perplejo quedé al recibir semejante mensaje. No me explicaba cómo en los Estados Unidos habíanse acordado de un humilde investigador español, de un profesor perteneciente a la raza vencida y humillada.
Asaltome una duda. De buena gana lo habría declinado. De resultas de gripe tenaz o acaso por consecuencia de las emociones excesivas del laboratorio cada descubrimiento interesante, o que me lo parece, cuéstame noches de insomnio , padecía de palpitaciones y arritmias cardíacas, con las consiguientes preocupaciones e inquietudes. Después de pasar por París, donde tuve el gusto de saludar a los profesores M. Duval y M. Dejerine, y de abrazar a mis buenos amigos M.
Azoulay y M. A bordo tuve la grata sorpresa de encontrar al ilustre Dr. Picard, profesor del Colegio de Francia, y al famoso Dr. Forel, consagrado por entonces a interesantes estudios sobre la psicología de las hormigas. Todos estos sabios habían sido invitados como yo para la Clark Celebration.
Excusado es decir que, en tan selecta compañía, se nos hicieron brevísimos los doce días de travesía. Los profesores Mosso y Forel, con quienes intimé mucho durante el viaje, se me revelaron como personas agradabilísimas, al par que conversadores deliciosos.
En nuestros gratos coloquios de a bordo discurrimos sobre todo lo divino y lo humano: filosofía, ciencia, artes, política, etc.