Sexo en la azotea Alzira
El detenido mayor de edad con numerosos antecedentes policiales, ha pasado a disposición judicial, mientras que el menor fue entregado a su madre tras dar cuenta a la Fiscalía de Menores. Madres solitarias quieren gente cachonda Abuela queriendo ruleta de chat para adultos Más chicas interesantes: Voyeurismo Culleredo, Citas en línea Bergen, Acompañantes VIP Póvoa de Varzim
Javier Martínez. Miércoles, 22 de marzo , Un joven de 21 años se ha sentado este miércoles en el banquillo de los acusados en la Ciudad de la Justicia de Valencia para ser juzgado por la violación de una niña de 13 años que se fugó de casa, con la ayuda del procesado, tras discutir con su madre.
Los hechos sucedieron el 12 de enero de La niña había discutido con su madre porque le había quitado el móvil como castigo por no ir al colegio, pero logró quedar con el encausado antes de darle el teléfono a su progenitora. El joven pidió a otro chico que lo trasladara en su coche a la localidad donde reside la víctima para recogerla y llevarla a Carcaixent. El acusado le dijo a la menor que irían juntos a Benidorm, pero acudieron a la casa de la abuela de él, entraron en la habitación del joven, se besaron en la cama y el procesado le propuso mantener relaciones sexuales, pero ella se negó.
La víctima ha declarado en el juicio que le dijo varias veces que no quería hacerlo en referencia al coito , y que el acusado se puso encima de ella, le quitó la ropa y la forzó pese a la oposición y resistencia que ofreció la menor, ya que ella le dio una bofetada y le empujó. Después de la agresión sexual, la menor le pidió que le dejara el móvil para llamar a su madre porque quería irse, y el encausado no le dio el teléfono y le indicó dónde estaba la puerta por si quería marcharse.
La víctima ha manifestado que el violador se durmió poco después mientras ella lloraba en la cama. Ambos se escondieron en la terraza de la casa y el acusado dijo a los agentes que la menor era su novia. Los guardias civiles trasladaron a la víctima al cuartel, avisaron a su madre y realizaron las primeras pesquisas para esclarecer los hechos.
En un primer momento, la menor declaró ante la Guardia Civil y el juez de Alzira que las relaciones sexuales habían sido consentidas y que el acusado era «un proyecto de novio», pero en el juicio ha explicado que mintió en sus primeras manifestaciones porque tenía miedo. Varios meses después, la menor decidió contar la verdad a una amiga de su madre, una mujer que también ha prestado declaración ante el tribunal, y entonces acudió con su progenitora al cuartel de la Guardia Civil para denunciar la violación.