Putas en fiestas privadas Pisa
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En el imaginario popular, las Bacanales son un sinónimo de desenfreno sexual sin límites. Un reducto de los peores vicios romanos, que se entregaban al fornicio y las libaciones en fiestas nocturnas. Sin embargo, lo que de verdad ocurrió a principios del siglo II a.
El mito, el sexo y la caza de brujas ', con el rigor de un historiador de primer orden y el pulso narrativo de un escritor de 'thrillers'. Corría el año a. En ese contexto, los ritos dedicados a Baco comenzaron a jugar un papel cada vez mayor, lo que quitó el sueño a las autoridades romanas , que demonizaron la fiesta. Estas celebraciones, provenientes del extranjero, comenzaron a tener lugar alrededor del monte Aventino y a comienzos del siglo II a.
Que utilizase falos o que Baco se representase como un efebo afeminado no ayudaban. Era lícito el goce con esclavos y libertos, concubinas y cónyuges, pero no con mujeres vinculadas a otro ciudadano romano.
No parece que el vino influyese en este aspecto, señala el autor. No obstante, es complicado conocer los pormenores al tratarse de un culto mistérico. Fue entonces cuando el caso llegó a oídos de los poderes oficiales y la pareja de amantes se convirtió en los principales testigos de la acusación. El senadoconsulto no erradicó el culto, pues ello podría haber despertado la furia de los dioses, pero se limitó enormemente.
El interregno de libertad tocaba a su fin, pero en el horizonte asomaban nuevas formas de culto que pondrían en tela de juicio la autoridad romana….