Sexo en la biblioteca el Poblenou
Ubicada en pleno Gaixample , encontraréis en ella pezoneras, ligas, vestidos sexis y biquinis. Otras chicas disponibles: Sexo sin relaciones Alhaurín el Grande, Masajes relajantes y eróticos Brasília, Citas infieles Basauri
En el poema El llibre nou y el monólogo teatral La infanticida fueron premiados en los Juegos Florales de Olot por un jurado compuesto por escritores como Josep Berga i Boada o Francesc Matheu. Pero aquella pieza titulada La infanticida se trataba de una obra con pasajes violentos y de cierta dureza por lo que, con motivo de afinarla para su representación, el propio jurado requirió que el autor del relato se personase en el lugar para colaborar con los retoques.
La pluma que firmaba aquella obra no se presentó y delegó en los miembros del jurado las modificaciones necesarias. Por razones de la época, centradas principalmente en que el tipo de genitales que vestía la persona que firmaba las letras no eran del agrado del jurado, se retiró el premio a la obra. El auténtico nombre de aquella escritora soberbia era Caterina Albert. La biblioteca, aquella sección de la edificación aferrada a la pasión por la literatura, sería bautizada con el nombre de alguien excepcional a la hora de bailar con letras, un nombre que muchos años antes había sido obligado a esconderse: Caterina Albert.
Todo el respeto hacia el legado heredado no obstaculiza que al acceder al interior el visitante se encuentre con un espacio moderno, dominado por un pulcro color blanco cuya presencia es enfatizada por la luz que invade las salas a través de sus grandes ventanales. El emplazamiento de la edificación, delimitada por las calles Industria, Guinardó, Trinxant y Pare Claret, también resulta un atributo excepcional: «La encrucijada donde se encuentra es extraordinaria.
Es un punto de reunión para el barrio, resulta precioso porque lo tiene todo». Y la propia biblioteca parece querer evolucionar en función de las necesidades de su entorno del mismo modo en que lo hizo el terreno que a lo largo de los años pasó de ser un campo de juego a un complejo industrial y finalmente se convirtió en museo de la literatura. Los propios estantes se esfuerzan por reflejar las necesidades actuales de sus usuarios.
Los responsables de la biblioteca rastrean y seleccionan personalmente las actividades que ofrece el centro y el éxito cosechado con las mismas ha propiciado que se duplique una oferta que se estructura por edades. A partir de los seis años los niños pueden encontrar actividades donde trastear con los idiomas y se organizan tanto visitas escolares como eventos de promoción de la lectura.