Mujeres infieles Carmen de Patagones
Obra de Don Bosco. Otras chicas irresistibles: Putas 24 horas Oviedo, Sexo en pareja Baltimore, Acompañantes femeninas Xàtiva
Historial de Navegación. Virginia Haurie: "Mujeres en tierra de hombres. Historia de las primeras colonizadoras de la Patagonia" Ediciones Carena, Virginia Haurie. Por Virginia Haurie, martes, 3 de octubre de Durante tres días con sus noches arden, a lo largo de la pampa patagónica, hogueras para honrar a María la Grande, cacique de guerreros Tehuelches.
Una cuatrera, Elena Greenhill, conocida como "la inglesa", se transforma en una leyenda por secuestrar a un comisario. Poco después del desembarco de los galeses en Chubut una mujer encuentra la manera de comunicarse con los indios y otra descubre cómo salvar a la colonia del hambre. En , para demostrar el valor de las mujeres del Sur, Charlotte Fairchild se propone cruzar la Patagonia a caballo. Hacia , Buenos Aires se conmociona con la noticia de que en la Patagonia se han cometido actos de canibalismo….
Fuerte del Carmen, El amor que sentía Ana María Castellanos por el herrero era tan ciego que no veía lo que pasaba a su alrededor. También la volvió imprudente, haciéndole olvidar que en el Fuerte del Carmen la mayor distracción de los soldados era espiar a las mujeres.
Ana María tenía veintidós años y un ardor que se le escapaba por el brillo de la mirada y el andar de las caderas. Ana María tenía algo raro en esos tiempos: sabía leer y escribir. Tenía también un pequeño hijo llamado Josef que había heredado sus mismos ojos oscuros y fogosos.
Una noche plagada de estrellas, Ana escuchó el rasgueado de una guitarra que le desató la nostalgia. Agazapada, desde lejos, apenas iluminadas por el fuego, vio una guitarra y unas manos enormes. Las mismas que muchas veces había visto domesticando el hierro. Desde esa noche no hubo una en que no soñara dormida o despierta que era una guitarra. Y como cuando la mujer quiere no hay hombre que no quiera, empezaron los amores. No pasó mucho tiempo hasta que todos, por lo bajo, no hicieran otra cosa que hablar de Ana y el herrero.