Ligar sin complicaciones Dos Hermanas
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Desolados, la imagen de los jugadores eslovenos fue la evidencia de un golpe duro, inesperado, inasumible tan cerca del final, cuando dominaba el partido por desde el minuto 68 por el gol de Karnicnik. El lateral derecho del Celje de 29 años y 30 partidos como internacional, tan sólo había marcado un gol hasta ahora con su equipo nacional, hasta este jueves cuando anotó un tanto que habría sido histórico, pero no alcanzó.
El pase a octavos, también. Las sombras se cruzan en su camino. Eufóricos, tanto aficionados como futbolistas, Serbia sigue viva. No le queda otra. Y esperar marcadores. Tal y como se sintió durante el partido, incapaz de convertir un remate hasta esa apoteosis final, es una ocasión inesperada. Eslovenia encerró a Serbia inicialmente. La insistencia eslovena fue evidente desde el principio.
Serbia la aguardó. Eslovenia atacó. El guardameta del Mallorca respondió con suma agilidad. Sintió el agobio Serbia, que se cerró bien… Y reaccionó. Antes de la media hora transformó el panorama del duelo. El remate de cabeza de Vlahovic, atrapado sin complicaciones por Jan Oblak, fue un síntoma. El siguiente de Mitrovic, en un córner que no acertó a despejar nadie, fue una confirmación.
El partido había cambiado. Porque pudo ganar cualquiera de los dos, aunque el empate fuera al límite. En cuanto se ajustó controló mejor a su adversario, aunque con un nuevo susto con un remate al poste de Elsnik y un rechace fuera de Sesko, pero hasta ahí permitió ya el equipo de Dragan Stojkovic, que aplacó definitivamente a su oponente.
Y se estrelló un buen rato contra Jan Oblak, agrandado ya en el primer tiempo para interponerse en el duelo frente a Mitrovic. No fue suficiente. El delantero lamentó demasiadas ocasiones falladas, nada fino en el remate, irreconocible en cuanto a su efectividad.
