Relaciones liberales Salta
Entender en la planificación y ejecución de planes de viviendas urbanas, promoviendo, con los organismos financieros provinciales, programas de financiamiento tendientes a una efectiva participación de entidades intermedias en la construcción de aquellas y en el recupero de los créditos. Más mujeres fascinantes: Putas universitarias Burjassot, Sexo con jóvenes Arcos de la Frontera, Contactos íntimos el Camp den Grassot i Gracia Nova
Comerciante desde su juventud, hacia se enroló en el ejército provincial del general Martín Miguel de Güemes , luchando en la defensa de su provincia contra las sucesivas invasiones de los ejércitos realistas. En organizó una expedición para explorar el río Bermejo y estudiar la posibilidad de su navegación. Participó en política del lado de los federales , y apoyó al gobernador Pablo Latorre. Editaba un periódico a favor de Latorre que, poco después de su muerte, fue cerrado por orden de su enemigo y sucesor Felipe Heredia.
Esa censura lo puso en contacto con los unitarios , aunque por un tiempo se mantuvo alejado de la política. Se reintegró al ejército provincial y participó en la Guerra entre las confederaciones Argentina y Peruano-Boliviana en En noviembre de , tras la muerte del caudillo tucumano Alejandro Heredia , su hermano Felipe renunció a la gobernación salteña.
Por un tiempo aceptó la subordinación al gobernador de la provincia de Buenos Aires y encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación , Juan Manuel de Rosas. Y poco después anunciaba que su gobierno se unía a la Coalición del Norte contra Rosas y sus aliados. Organizó el ejército provincial con la idea de unirlo a las fuerzas de los generales Lamadrid y Lavalle contra Rosas.
Pero a los tres días, falto de todo, abandonó la ciudad y se dirigió a Córdoba ; el efímero gobernador juzgó prudente seguirlo. Llegó a Córdoba algunos días después de la terrible derrota de Lavalle en la batalla de Quebracho Herrado. Esta vez, el jefe era Acha. La derrota provocó su renuncia, en diciembre de , y en su lugar fue elegido Miguel Otero. Este se pasó al bando de Rosas y organizó una limitada fuerza militar para los federales , que puso al mando del comandante Aniceto Latorre. Sus sucesores fueron Gaspar López y, brevemente, Dionisio Puch.
Cuando el general porteño se retiró a Salta, lo convenció de que podría resistir en esa provincia por medio de una guerra de recursos. Pero su partido no era popular, y parte de los hombres de Lavalle lo abandonaron para regresar a Corrientes. De modo que debieron huir a Jujuy — donde Lavalle sería muerto en una confusa refriega — y de allí a Bolivia.