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Con el nombre de San Agustín se conoce en Colombia una importante región arqueológica, en la que se han hallado varios centenares de esculturas monolíticas , que indican que allí floreció desde remotos tiempos una cultura, que hoy es objeto de estudio por parte de misiones científicas para establecer los orígenes y los rasgos peculiares de este pueblo. Las diferencias marcadas entre objetos, indumentaria, vestuario y trabajo observadas en las esculturas hace suponer que la necrópolis de San Agustín fue una región donde varias etnias sudamericanas, desde lugares distantes, traían sus muertos principales a sepultar; de ella forman parte el Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro y el Parque Arqueológico de San Agustín.
San Agustín es un topónimo que data del siglo XVII y con el cual se designa una región montañosa del sur de Colombia, donde floreció una milenaria cultura. Al fondo pueden divisarse los imponentes picos del Macizo, como se denomina el nudo montañoso andino del sur de Colombia. A estas expediciones siguieron otras, que entraron en contacto con grupos indígenas que allí moraban y a las cuales se refieren varios documentos que reposan en los archivos de Colombia y España.
Sin embargo, en ninguna de estas fuentes aparece noticia alguna relacionada con los monumentos arqueológicos de San Agustín, ni los indígenas de la zona revelaron su existencia a los recién llegados. A partir del siglo XVIII , cuando se inició la acción destructora de los buscadores de tesoros se empezaron a conocer los trabajos escultóricos que residían en la zona.
La primera información acerca de las ruinas arqueológicas de San Agustín aparece en la obra Maravillas de la Naturaleza, escrita por el misionero mallorquín fray Juan de Santa Gertrudis , de la Orden Observante, quien visitó varias veces el lugar, la primera en el año de Su crónica de viaje, iniciada en Cartagena de Indias y terminada en Lima , permaneció inédita en Palma de Mallorca por cerca de dos siglos, hasta cuando en fue enviada a Colombia una copia del manuscrito y publicada en el mismo año en la serie Biblioteca de la Presidencia.
Es una descripción muy superficial de algunos de los monumentos, Santa Gertrudis cuenta cómo, ya desde esa época, buscadores de tesoros se empeñaban en remover las estructuras funerarias. La investigación arqueológica ha facilitado la reconstrucción de buena parte de las pautas culturales de este pueblo que habitara el alto Magdalena.