Sexo sin implicaciones Dos Hermanas
La verga del viejo era grandísima, si le daba competencia a la de su padre cuando se la vio por primera vez en aquel acto sexual con su madre. Más chicas para explorar: Ligues sin compromiso Nou Barris, Sexo sin ataduras Sama, Contactos extramatrimoniales Dos Hermanas
Monica pierde su virginidad. Monica estaba viviendo una experiencia inolvidable con un viejo que podría ser su abuelo pero ella la estaba pasando también que estaba en un estado de excitación que pedía que la siguiera manoseando al estar en manos de ese viejo que disfrutaba de sus encantos juveniles……. Mientras la joven sentía los pesados besos del viejo en su boca, se sentía ahogarse ya que en su vida la había besado un hombre y ahora por primera vez lo hacía con un viejo que ni dientes tenía casi pero por esa extraña sensación de éxtasis que sentía se dejaba hacer lo que el viejo quisera con la débil niña.
Monica con asombro sin dejar de abrir sus ojitos escuchó la petición que le hacía el viejo. Hacia que la chica puso una solo condición para poder hacerlo y se lo dijo al viejo…. Es que tengo que irme enserio oo…. Mamamela y te vas mamasita. Ya no la hagas de emoción. Que rico la tienes. Otro el pants con todo y calzoncillos del viejo con un poco de fuerza de su parte ella medio lo logró bajar a media nalga apenas la joven con decisión metió su mano ya que no podia bajar mas el pants del viejo y saco esa erecta herramienta que escupía viscosidades liquido preseminal que cayeron sobre su manita, caliente, dispuesta para hacerse y hacer disfrutar.
Aquel parado miembro, de un tamaño importante era circundado por la tersa y blanca mano de la jovencita, evidenciando el claro contraste con respecto de pieles. Se mantenía hipnotizada y un tanto inquieta de tan sólo examinar el aspecto de la misma, aunque no la recorría, solo la contemplaba, sintiendo el calor y algunas pulsaciones que esta generaba ante sus curiosos y ya lindos ojos abiertos. La verga del viejo era grandísima, si le daba competencia a la de su padre cuando se la vio por primera vez en aquel acto sexual con su madre.
La joven acomodo ambas rodillas en ese piso rustico de cemento. Ella emitió un sonido corto y agudo, nada claro, pero realmente no importaba para el viejo. Ella hacía un gesto de sorpresa, abriendo la boca y es ahí que el desatinado vejete, sin preguntarle y porque la calentura la invadía, se la envainó en la boca.
Mónica la había recibido sin ninguna resistencia, realmente había sido sorprendida y la acumulación de saliva en su boca procuro de buena manera que aquello penetrara acordemente. El viejo estaba realmente extasiado, le era indiferente respetarla o procurar el placer en ella.