Mujeres infieles Arrecife
La falta de atención despierta una sensación de abandono y de alejamiento emocional, que lleva a algunas mujeres a buscar esas sensaciones de amor y entendimiento en otra persona fuera de la relación. Más bellezas para conocer: Relaciones sin expectativas Tampa, Putas cerca del centro Tirana, Masaje con final feliz a domicilio el Camp de lArpa del Clot
Hoy, desmochado, malvive junto a otros hitos arquitectónicos que lo han ido ensombreciendo. San Ginés de Clermont nunca tuvo una segunda torre. Desconocemos si alguna vez existió la intención de construirla, pues largo fue el proceso de erigir el templo, cuyos antecedentes se remontan a mediados del siglo XVI. En los años setenta, son otros hitos arquitectónicos los que van dejando su huella, recortando el cielo y redefiniendo aquella silueta.
Esos nuevos hitos sirven, a la vez, de nuevas marcas a los pescadores de bajura para fijar sus lugares de pesca favoritos.
El coro, los retablos, las puertas, el pavimento, las vidrieras y la linterna, por ese orden han dejado paso a agujeros en la memoria del interior del templo, y a un socavón en la fisonomía de la ciudad. Las determinaciones de su normativa de protección contempla, entre otros aspectos, la torre y la carpintería de madera, entre la que, por extensión habría que incluir la linterna que remataba el campanario, y que fue retirada hace dos años y medio.
Estos recursos, paradójicamente, se emplean en un momento en que la Iglesia debe hacer frente a las necesidades de la comunidad. En un marco de crisis económica y de extraordinaria precariedad, la institución no ha dado ejemplo de sobriedad y no parece quedar nada para la reposición de su destacado elemento desaparecido, su linterna, que en un símil del ingenio que despide luz, nos ha dejado un poco a oscuras.
Decididamente, casi diríamos que San Ginés nos ha dejado huérfanos hasta a los infieles. La linterna que coronaba el campanario sigue ausente.