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Crea tus rutas, encuentra y guarda los mejores destinos con nuestra App. Añadir evento al calendario. Texto: Ana Caro. Fotografía: Hugo Palotto. Al inicio de esta ruta, el sol de febrero todavía baña la fachada rojiza del Museo del Romanticismo de Madrid.
Por ejemplo, fue en Madrid donde Bécquer conoció a quien muchos apuntan como musa de sus famosas Rima s: Julia Espín. Tres años después, José Mariano de Larra se suicida en su piso de soltero de la calle Santa Clara y en San Valentín de se celebra su entierro en el cementerio del Norte. Era la primera vez que se le daba a un suicida cristiana sepultura.
Apenas tres minutos de paseo separan el Museo del Romanticismo de la siguiente parada: la iglesia de San Antón. Nunca quedó muy claro si esto es cierto, desde luego aquí se presumen unas reliquias, carteles incluidos. En honor a esta historia decenas de madrileños atan una pulsera de tela en los barrotes de la iglesia de San Antón, para así encontrar el amor.
Las malas lenguas también se atreven a hablar de los dos escritores "dando rienda suelta al amor en un coche de caballos por la Castellana". Quién sabe. Las cartas sí atestiguan que la relación fue real, lo que pasó después forma parte de ese lugar informal de la historia, como sucede en estos casos. Cuando fallece Josefa llega Leocadia Zorrilla, ama de llaves de la Quinta del Sordo y pareja del pintor.
De los "hijos bastardos" que, cuentan, tuvo Alfonso, solo Leandro consiguó que se le reconociera el apellido Borbón. Al parecer, no llegó a tiempo. Parra señala hacia la azotea del hotel 'Hyatt', donde asoma una enorme Diana Cazadora apuntando con su arco, "es la primera escultura en la Gran Vía diseñada por una mujer" , comenta el guía, antes de indicarnos el objetivo frustrado de sus flechas.