Aventuras sin ataduras Calafell
Gimeno Cuspinera, trad. Otras chicas: Servicio de masajes eróticos Cochabamba, Chicas liberales Pereira, Sexo con esposas Sarrià
Navegar, que el mundo es eterno nunca se acaben las bahías y los ríos abiertos con refugios que dan abrazo a las naves que guardan el recuerdo de los amigos que sueñan con un reencuentro. Escrito por nuria en Vilanova, Foro de la Taberna del Puerto. Dicen que cuando has atravesado dos océanos a vela, nunca ya eres la misma persona, que eres un poco como una tortuga marina.
Parte del mar, las olas y el viento. Parte de tu velero, parte de las velas, parte de la estela de tu barco. El océano te ha acogido y ha respetado tu vida, te ha llevado por tu camino, siguiendo las constelaciones que marcan tu rumbo. Te ha dejado transitar por ese camino inmenso y te ha dejado llegar a tu isla soñada.
Que bonito es navegar, sentirse en medio del océano sin miedo, con esa paz que da el mar cuando se quiere portar bien contigo. Es una vida sin prisas, solo las tareas del navegar, dejarte llevar por el viento, sentirlo en la piel de tu cuerpo y de tu cara, oirlo aullar como un amigo que te acompaña días y días, que hincha las velas y te lleva deprisa deprisa, que a veces te hace planear en las olas largas del océano, dejando atras una estela de espuma blanca y limpia.
Qué bonito es el mar cuando se porta bien contigo. Conmigo siempre se portó bién en los 7 meses que duró mi viaje. No es que no soplara fuerte a veces, no. A veces nuestro barco volaba con las velas bajadas, solo con el viento que entraba en la cabina de lona. Y sin ruido, bueno, solo el bramar del viento y las olas chocando contra el casco. Fuerte, pero bonito. Yo no tuve nunca sensación de peligro. Desde aquí, mi pueblo de Vilanova te mando un saludo, hermano. En el Cap de Creus, con la Toa, verano de Me acuerdo tan bien como salió este viaje tan inesperado.
Venias de vacaciones con tu hijo Dani. Un día me preguntaste: Y si te acompaño hasta las islas de Los Mares del Sur. Eso me lo decías con un tono algo dudoso. Que valiente familia, pensaba yo. Bueno, hicimos escala en la isla de Jicaron, la pequeña al lado de la isla de prisioneros de Cohíba, después a la isla de Coco, donde quedamos sin plata ni combustible, pero se arregló como siempre todo bien.