Sexo con mujeres infieles Aurora
El jumento del compadre Pedro. Otras chicas seductoras: Servicios de escort Mazarrón, Relaciones esporádicas Antofagasta, Ligar por internet Loulé
Poco tiempo hace vivía en Perusa un riquísimo sujeto llamado Pedro Vinciolo, muy conocido por su afición a los placeres, pero tocado de indiferencia por los que las mujeres procuraban.
Era joven, alta, robusta, ojos vivos, de pasiones ardientes, en una palabra, la complexión que necesitaba no un marido sino dos. Por desgracia suya, aquel a quien diera la mano de esposa estaba muy poco dispuesto a satisfacer los deseos naturales del matrimonio: sus gustos e inclinaciones lo alejaban de las mujeres, de suerte que tenía trato con la suya lo menos posible, y sólo para no infundirle sospechas sobre el vergonzoso vicio del que era apasionadísimo. Semejante conducta distaba mucho de contentar a la señora, la cual veíase instigada por su temperamento.
Como no podía tachar de impotente a su marido, puesto que era vigoroso y se encontraba en la flor de la edad, sospechó de su depravación, lo que le causó un gran disgusto.
Empezó reconviniéndolo y terminó por injuriarlo. Diariamente se renovaban los debates y la guerra en aquel matrimonio. Si le he llevado una buena dote y lo he aceptado por marido, es porque creí que era hombre, y que gustaba de lo que a los otros agrada y debe agradar. Sabía que yo era mujer; si no estimaba mi sexo no debía tomarme por esposa. Nunca le perdonaré el haberme engañado de esta suerte.
Él mismo me da ejemplo. Llena su cabeza de tan loables propósitos, sólo se ocupaba en cómo podía llevar a cabo su proyecto, tratando sin embargo de no comprometerse a los ojos de su marido. Al objeto se dirigió a una vieja entremetedora, que parecía una santita, a juzgar por su exterior. Esta mujer llevaba siempre el rosario en la mano y pasaba la mayor parte del tiempo en las iglesias; sólo abría su boca para bendecir al Señor, elogiar la vida de los santos, o hablar de las llagas de San Francisco; en una palabra, al verla se la habría canonizado.