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Considerada por muchos como la décima musa , cultivó la lírica , el auto sacramental y el teatro , así como la prosa. A muy temprana edad aprendió a leer y a escribir. Él la publicó en España. Sor Juana murió a causa de una epidemia el 17 de abril de en el Convento de San Jerónimo. La producción lírica de Sor Juana, que supone la mitad de su obra, es un crisol donde convergen la cultura de una Nueva España en apogeo, el culteranismo de Góngora y la obra conceptista de Quevedo y Calderón.
Salceda, aunque la estudiosa cubana Georgina Sabat de Rivers considera insuficientes las pruebas que aporta esta acta. Sin embargo, este argumento también se relativiza inevitablemente cuando sabemos que el término entre el nacimiento y el bautizo frecuentemente distaba no solo de días, sino de meses y hasta años, así como sabemos por el historiador Robert McCaa, quien parte de un estudio directo de las fuentes escritas de la época, que las actas de bautismo en las zonas rurales se registraban en los libros habiendo cumplido los infantes desde varios meses hasta uno o varios años de haber sido presentados para su bautismo.
Anteriormente solo se tenía como referencia la biografía de sor Juana escrita por el jesuita Diego Calleja y publicada en el tercer volumen de las obras de sor Juana: Fama y obras póstumas Madrid, No obstante, los documentos existentes no son definitivos al respecto.
Adoptar tal disyuntiva como regla general no afecta los estudios sobre sor Juana ni en su biografía ni en la valoración de su obra. Schmidhuber ha probado documentalmente que el padre llegó a la Nueva España cuando niño, como lo prueba el Permiso de Paso de , en compañía de su abuela viuda, María Ramírez de Vargas, su madre Antonia Laura Majuelo y un hermano menor Francisco de Asuaje que llegó a ser fraile dominico. Muchos críticos han manifestado su sorpresa ante la situación civil de los padres de sor Juana.
Paz apunta que ello se debió a una «laxitud de la moral sexual en la colonia». Así lo revela su testamento de «hija legítima de don Pedro de Asuaje y Vargas, difunto, y de doña Isabel Ramírez».