Esposas infieles Sagrada Familia
Muchas situaciones que se empiezan como un juego pueden tornarse en problemas muy serios, no estoy defendiendo a su esposa ni mucho menos, estoy totalmente en contra de la infidelidad venga de donde venga, pero si valdría la pena que trate de llegar que tanto esta su esposa involucrada en este tipo de juego, podría ser que ella navegara por esos sitios por curiosidad o por aburrimiento, aunque no es excusa, muchas veces las cosas lucen mucho mas malas de lo que realmente son, a menos que usted le haya visto repetidas charlas acerca de lo mismo. Otras chicas seductoras: Busco pareja San Luis Potosí, Sexo en la biblioteca Guarulhos, Sexo en la biblioteca Warsaw
Sus hijos, en parte, agradecieron ese deterioro cognitivo que evitó que estuviera al tanto de los numerosos titulares que los Pujol protagonizaron cuando comenzó el proceso judicial. Pero también, muy a su pesar, protagonizó titulares de la crónica social. Estrenado en , los directores recordaban que, antes de ser acusada de corrupción , Ferrusola había aguantado carros y carretas.
Nos tenemos que trasladar a una pequeña floristería de la calle Balmes, tocando la plaza Kennedy. El establecimiento era el escaparate de Hidroplant , su empresa, "el germen", dicen en el documental 'La Sagrada Familia', del final de la era Pujol y su familia. Eran los años 80 y un rumor empezó a cobrar forma de noticia: Jordi Pujol tenía una amante. Un fin de semana, aquella historia traspasó los límites del cotilleo y llenó los salones de las casas poderosas barcelonesas.
Al lunes siguiente, Ferrusola dio un golpe en la mesa que dejó a todos boquiabertos. La primera dama colaboraba desde hacía un tiempo en el programa radiofónico de Odette Pinto. Allí daba consejos a amas de casa que llamaban y necesitaban resolver sus problemas cotidianos. El documental recuerda cómo pensaron que aquel lunes, Ferrusola no aparecería. Pero llegó, y tanto que llegó. Y les dijo a sus compañeras que quería hablar de la amante de su marido. Lo cuentan varios periodistas, como Roger Maiol y Pilar Eyre.
En ese mismo tiempo cambió de look: se quitó el moño, como le asesoraban algunos de las personas cercanas. Y vemos gestos de complicidad, de una cotidianidad casi exagerada. Acto seguido vemos cómo ella, riéndose, se gira y le da una bofetada.
El matrimonio Pujol era icónico en aquellos años 80 y 90, una especie de familia real con siete hijos que dieron siempre mucho que hablar. Negocios que todos los que aparecen en el documental dicen que conocían.