Putas recomendadas Olhão
Cancelar Excluir. 😏 Sexy cachonda con ganas de lugares para el sexo Buscando chica con quien divertirse Otras chicas llamativas: Sexo sin obligaciones Badajoz, Anunciosex Benalmádena, Putas 24 horas Riverside
Ir ao artigo em português. El lunes seis de agosto tengo una entrevista acordada con Natalia Canteros, me interesa escucharla ya que es una trabajadora sexual militante activa del grupo AMMAR que escribe literatura. Todo se trata de una incertidumbre por conocerla, por mirar dónde vive y cómo vive.
Mi espíritu de curiosa o mi intento de cronista, me hace llevar en una libreta de notas cerca de treinta preguntas, hay tanto que quiero saber. Toco el timbre, una, dos, tres veces. Abren la puerta. También nos acompaña su gata Gilda, nombre de una famosa cantante argentina de cumbia, de eso me vengo a enterar después de la entrevista. Me invita un mate o un café, acepto el café. Simplemente comienza a hablar, como si yo solo fuera un mero estímulo para hacerla dialogar con ella misma: Natalia y Nina…y comienza.
Natalia Soledad Canteros tiene treinta y un años, es oriunda de Formosa, una provincia Argentina ubicada en la frontera con Paraguay. Desde hace trece años vive en Buenos Aires. Estudió la carrera en periodismo deportivo, trabajó en el Diario Deportivo Olé y también en revistas autogestivas hasta que entró de lleno al trabajo de la militancia, directamente a trabajar en las villas.
Ése fue un primer momento clic en su vida. Sin embargo Natalia dudaba políticamente de este grupo y decidió entrar a otro, donde trabajaba dando apoyo escolar, referenciaba barrios, o hacía diferentes actividades dependiendo las necesidades que había. Su nombre de guerra como le dice Clarice Lispector al nombre artístico que toda prostituta tiene es Nina León. Nació justo después de separarse de su ex pareja. Natalia cuenta que su sexualidad había sido hasta ese momento bastante mala, mucho de ello por la desinformación; y pasaba por un proceso de auto represión sexual.
Un día en la soledad de su departamento, de noche, mientras se fumaba un faso, escribió este cuento:. No me animo a hablar. Tengo miedo. Solté ataduras, dolores, rencores y volví a nacer pero, aun así, tengo miedo. La vanidad fue el primer pecado capital que devoré. La garganta me asfixia y la taquicardia me invade, como si no pudiera decidir por mí.