Sexo en vivo San Bartolomé de Tirajana
Su belleza natural, y sobre todo en verano, hace que se convierta en un escenario muy deseado para numerosas parejas. Otras chicas encantadoras: Chat para ligar San Roque, Porno amateur Nashville, Sexo en el coche San Marino
Es una tarde cualquiera en la playa de Maspalomas Gran Canaria. Unos niños y sus padres juegan con cubos y palas en la arena. A unos metros de distancia, unos excursionistas holandeses pasean rumbo a las dunas. Nadie se escandaliza. Es una tarde cualquiera en la playa de Maspalomas. Tal cual. Maspalomas es el epicentro mundial del llamado turismo libertino naughty journey. Ambos lugares son paraísos del mundo swinger. Los dos sitios cuentan con muchas similitudes, pero también muchas diferencias y elementos identitarios propios.
Un paraíso del vicio que se ha convertido en todo un reclamo turístico, igual que un monumento. Maspalomas ya aparece en las cartas de navegación de Coló n, como un lugar en el que los barcos cargaban provisiones en su viaje a América. Aparece el nombre de Maspalomas ya por el siglo XV, pero hasta mediados del XX sólo había dunas, un faro y casitas de pescadores. Es en cuando se empieza a crear la localidad turística que es hoy en día , aprovechando el inicio del aperturismo español.
Dependía, como ahora, del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Un nudista solitario pasea entre las dunas buscando a alguien que esté teniendo sexo. Pero en Francia el proceso fue distinto. La revolución sexual fue desde dentro hacia afuera. Esto es, desde tierra firme hasta la playa. En Maspalomas fue al revés.
El sexo fue desde fuera hacia dentro del municipio, se entiende. Pero el origen, donde empezó todo, fue la playa. Las dunas. Un vasto paraíso que es parque natural y picadero a partes iguales. En el sur de Gran Canaria el clima es privilegiado. Sólo hay verano y primavera. El lugar ideal para ir desnudo. Este concepto fue bien entendido por los homosexuales, que vieron en Maspalomas un lugar bien escondido para tener sexo.
Un sexo entre personas del mismo género que tan censurado estaba a mediados del siglo XX. Aquí las dunas no juzgan. Desde el faro hasta el final de la Playa del Inglés. De ahí hacia el interior, es una vasta extensión de terrenos llena de dunas de arena en las que nace una vegetación endémica. Porque aquí la gente no viene a bañarse. No al menos con agua. La localidad francesa tiene sólo metros de playa, por lo que se producen aglomeraciones. La gente va en manada, de uno a otro lado, moviéndose entre melés sexuales.