Citas discretas San Francisco
Hola, soy Isabela y acabo de llegar a esta ciudad tan linda. Más chicas deseables: Encuentros para sexo Tacoma, Contactos extramatrimoniales Ituzaingó, Aventuras eróticas Santa Pola
A mediados de la década de , el cine entronizó a la emperatriz Elisabeth de Austria Isabel de Baviera como el icono de una Viena que vibraba a ritmo de vals. Elisabeth, que sería conocida en la corte vienesa como Sissi, fue la cuarta de los diez hijos del duque Maximiliano José de Wittelsbach y la princesa Ludovica, hija del rey Maximiliano I de Baviera. La mayor, Helena —elegante, discreta, muy religiosa y extremadamente disciplinada— parecía la candidata idónea para convertirse en emperatriz.
Al menos eso pensaban su madre y Sofía, su tía y madre de su futuro esposo, el emperador Francisco José. De ahí que, en , se concertase una cita en Bad Ischl, la residencia de verano de la familia imperial, a fin de cerrar el compromiso. Por entonces, a causa de un frustrado primer amor, Sissi atravesaba una de las primeras crisis depresivas que la irían asaltando en el futuro, y se creyó que el viaje la ayudaría a sanar su joven y maltrecho corazón.
Isabel de Baviera fue criada en un ambiente desinhibido, libre y feliz, siempre en contacto con la Naturaleza y los animales. Nadie esperaba lo que sucedió , y mucho menos la propia interesada. Cuando Francisco José se reencontró con su prima Sissi, a la que recordaba como una niña, y descubrió que se había convertido en una atractiva y esbelta doncella de rostro ovalado y espléndida cabellera castaña , supo de inmediato que quería convertirla en su esposa.
Francisco José acababa de cumplir veintitrés años y era un hombre hecho y derecho. Sissi, por el contrario, era una adolescente que, aunque se sintió halagada por sus atenciones, enseguida advirtió las diferencias de intereses y temperamento que la separaban de su primo.
Todo el mundo, comenzando por la archiduquesa Sofía, intentó hacer desistir al emperador de su propósito.