Sumisión Telde
Venta de Entradas. Más mujeres fascinantes: BDSM Hialeah, Sexo a tres San Martín, Sexo en el jardín Saladillo
Muchas gracias, estimado compañero. Que hablen, aunque sea bien. Enhorabuena por tu blog. Luis León Barreto. Quiero decir: Que hablen aunque sea para bien Lo contrario ya se presupone.
Por el contrario, me gusta tener un ojo en la actualidad y otro en el pasado, sobre todo en aquellas obras de las que siempre oí hablar y nunca me decidí a leer, ya sea por llevar la contraria o por simple pereza. Tal es el caso de Las inquietudes del Hall o, como es el caso de esta reseña, de Las espiritistas de Telde.
En algunos casos, no es que resulten invulnerables, sino que, simplemente, no se vuelve a hablar de ellas y caen en un olvido apacible. Ante otras, solo cabe el elogio o un silencio que a veces aparenta ser respetuoso, aunque no hayan sido leídas por casi nadie.
Es difícil negar que la obra que nos ocupa esta vez, Las espiritistas de Telde , forme parte del canon literario canario, aunque tal vez sea por mera insistencia. Diría que Rumanía posee ese punto exótico hispanocéntricamente hablando que otorga prestigio en tertulias resabiadas y en suplementos culturales con ínfulas.
Como si el inglés o el francés fueran demasiado normales. Provocó gran regocijo entre sus compañeros escritores, que se apresuraron a desmentir que se odiaran, ni mucho menos. Algunos, incluso, como Alexis Ravelo le ofrecieron su silla, etc. Mucho amor, en definitiva, y aquí no ha pasado nada. Esto viene a colación porque me pregunto en qué medida y por qué un novelista o artista en general debería sentirse ofendido por la poca atención que le pueda dispensar el Cabildo o cualquier otra instancia político-administrativa.