Aventuras eróticas San Martín
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Crea tus rutas, encuentra y guarda los mejores destinos con nuestra App. Añadir evento al calendario. Texto: Ana Cañil. Fotografía: José García. Realizadas hace mil años -siglos XI y XII, cuando los cristianos comprobaron que el mundo no se acababa en el año , monjes y religiosos pidieron a los maestros canteros que tallaran en piedra escenas de sexo. El objetivo era ilustrar a las personas que no sabían leer ni escribir cómo reproducirse.
O enseñarles qué era pecado. Pero en todo el norte de Palencia, Burgos y sur de Cantabria se encuentran escenas sexuales grabadas en piedra, ya sea en los canecillos de las iglesias, en las metopas, en las ventanas o incluso en el interior de los templos, cerca del altar. E intenta que no le dé la risa. Aquí me han bautizado, he hecho la comunión, me he casado y también mi hija. Por eso nos hace gracia cuando la gente viene y se queda solo bajo la ventana. No van a apreciar todo lo que hay aquí.
Junto con Pepita, la otra custodia de la colegiata, abren cuando las visitas llaman; porque conoce el valor de lo que tiene enfrente, porque ama el lugar desde que nació. Pues he aprendido durante años escuchando a tanta gente sabia que ha pasado por aquí. Por amor al arte, literal. Del 15 de junio al 15 de septiembre hay guía. Serna es autor del blog El Correo de las Matas y se entrega contando la historia. Así se trataba de enseñar qué estaba bien o qué estaba mal.
Las arcas se habían vaciado en la Reconquista, y soldados y mercenarios ya sobraban. Allí acudieron media docena de expertos , quienes reconocieron que ninguna teoría sobre la razón de estas tallas se puede desechar. Sí, vemos. Claramente, precioso, aunque otros estudiosos ahora apuntan a que es San Pedro. Tras los susurros vuelve el silencio y es inevitable pensar en que a este templo, declarado Monumento Nacional en , no le ha servido de mucho la titulación.
Ni siquiera para salvar las pinturas del siglo XVII que, como hemos visto, se caen a cachos. Y la curiosidad con que nos observan a los visitantes, ya sean a los que buscan el arte y una explicación, o a los mojigatos que fingen alarmarse.