Sexo en tu zona Tandil
El resto, son todos putos. Más bellezas para conocer: Putas complacientes Oliver-Valdefierro, Aventuras ocasionales Calafell, Masajes de relax Candelaria
La panadera te mira. La amiga de tu prima cuchichea con la vecina sobre vos. Los baños de tu escuela dicen tu nombre al lado de insultos amenazantes. Sos cajere en el supermercado y la gente sobrepuebla la fila de la otra caja con tal de no toparse con vos.
Te persiguieron en auto hasta tu casa mientras vos venías en bici y subieron el auto a la vereda queriéndote atropellar. Experiencias similares a las que muches estamos expuestes en CABA y otras zonas metropolitanas del país se intensifican en los cruces entre una sociabilidad próxima que da poco lugar al anonimato y una heterosexualidad atravesada por una mirada masculina que es defendida por muchos frente a la amenaza que entienden representan las experiencias alternativas al modelo hegemónico.
El asesinato se suma a la ignorada lista de travesticidios que superaron los 70 en El agro pampeano y sus ciudades fueron narradas como paisajes masculinos y heterosexuales. Destacados como reservas morales de una patria amenazada por los elementos disolventes de la modernidad urbana o, por el contrario, señalados como fuentes conservadoras de atraso cultural, fueron valorados como espacios hostiles para las disidencias sexuales.
El gaucho macho que duerme a la intemperie es un hiper-ícono de la tradición nacional. El resto, son todos putos. A los 10 años me regalaron a un hombre que me crió, un amigo de mi familia. Ese tipo hizo de mí lo que quiso, abusó de mí. Victoria Ocampo es una mujer trans de 51 años. Allí trabaja junto a un médico generalista, dos trabajadoras sociales y tres psicólogues. Su historia es representativa de la trayectoria de muches expulsades de su hogar en la niñez o temprana juventud en un circuito de violencia seguida de migración.
En esta clase de ciudades prima el anti-anonimato y la sensación de tener al alcance de la mano la vida y los secretos de todos, a qué familia pertenecen y a qué se dedican. Cristian tiene 30 años y es docente en Junín.