Chicas de compañía Minsk
Restaurant Victoria. ❤️ Más chicas elegantes: Putas en clubs Villaverde, Citas a ciegas Popayán, Citas esporádicas La Bonanova
Varios fueron los motivos que me animaron a viajar a Bielorrusia. Primero, se trata de un país lleno de memoriales y monumentos soviéticos , incluida una estatua de Lenin en la plaza mayor de cada ciudad, y a mí me encanta este tipo de arte. En segundo lugar Bielorrusia estaba atravesando un periodo de calma tras una revolución ciudadana en contra del presidente que había provocado graves disturbios callejeros , así que tenía que aprovechar la situación.
Bielorrusia solo ha tenido un presidente en toda su historia desde la descomposición de la Unión Soviética: Alexander Lukashenko , que gobierna el país con mano de hierro desde gracias a su buena relación con Rusia. Lukashenko respondió con contundencia y encarceló a miles de personas , entre ellas periodistas, políticos de la oposición y el propio Tikhanovsky. A partir de aquí las manifestaciones se sucedieron, continuó la represión policial , y Tsikhanouskaya decidió exiliarse a Lituania ante el riesgo de ser detenida.
Hasta que el temor de la población y la ausencia de nuevos líderes que tomaran el relevo provocaron que poco a poco la revolución perdiera fuerza. Reconozco que aterricé en Minsk un poco asustado. El Ministerio de Exteriores considera Bielorrusia un destino seguro.
Solo aconseja mantenerse alejado de cualquier manifestación; y no visitar el sur del país , afectado por la contaminación radiactiva que cayó en tras el accidente de la central nuclear de Chernobyl.
Como era de esperar Lukashenko ofreció todo su apoyo a Vladimir Putin , colaborando activamente durante el conflicto, y la comunidad internacional respondió autorizando un paquete de duras sanciones económicas. En total estuve 27 días explorando Bielorrusia. Comencé el viaje en Minsk , donde volé desde Kiev. A continuación me dirigí hacia el oeste , visitando Grodno , Brest y Belavezhskaya Park , a escasos kilómetros de Polonia.