Citas swingers El Prat de Llobregat
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Abrió a mediados de los años 70 y cerró en una fecha indeterminada de los Antes, las parejas liberales o ' swingers ' catalanas organizaban fiestas privadas en círculos muy cerrados. Mientras en países vecinos como Francia donde se calcula que existen cerca de clubs liberales en funcionamiento florecían sin freno este tipo de locales, en España solo empezaron a prosperar tras la muerte de Franco.
La irrupción de internet revolucionó, también, esta escena. La regla de oro en cualquier club de intercambio es no violentar la voluntad de nadie. Un gesto basta para rechazar el contacto físico y una mirada para desatarlo.
La insistencia es anatema. Carla es una alta ejecutiva. Casada, 45 años, dos hijos adolescentes y varias hipotecas vigentes. A pesar de tanto trajín encuentra tiempo para frecuentar clubs de 'swingers' en compañía de distintas parejas, entre las que no se incluye a su marido. Me sorprendió el ambiente sórdido y el perfil de la clientela, alejado del ambiente alternativo o glamuroso que soñaba en mis fantasías. Carla prefiere, cuando tiene ocasión, asistir a fiestas con sexo u orgías privadas.
En el mercado de las fiestas liberales también hay un sector de lujo, cubierto a nivel internacional por empresas como la suiza Castleevents, que organiza fiestas en castillos europeos inspiradas en la estética de la orgía soñada por Stanley Kubrick en 'Eyes Wide Shut'. Aunque organizaron eventos en Barcelona e Ibiza en el pasado, donde tienen su mercado natural es en Suiza y la Costa Azul. En Barcelona la oferta de clubs y fiestas se ha diversificado, pero no alcanza ese nivel de ostentación.
Se muestra reticente a hablar con los medios. Hasta que se suelta. Tampoco quiero desmadre. Esto es, no admiten en general a hombres solos, ni dejan que vengan parejas que no sean auténticas.