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Pero, como en todo, hay excepciones. Política, la justa. La plaza de la Infancia, que queda escondida entre los bloques de esta manzana «constitucionalista», apenas muestra rastro de la «rauxa» independentista. En sus extremos, eso sí, permanecen dos escuetas pegatinas que gritan «España».
Aquí ni se habla de política ni apenas se escuchan caceroladas», explica Montse Clausell, que lleva toda la vida aquí y que regenta una charcutería en Concilio de Trento.
Agustín es uno de estos vecinos. Que no me hablen de la independencia porque llevo la unidad de España en los genes», dice a ABCcon orgullo. Como él, Juan Antonio también vino a Barcelona por trabajo.
En el barrio no todos han cambiado de voto. Me he acabado llevando sorpresas incluso con mis amigos. Carmen relata, como ejemplo, que este fin de semana se marcha de casa rural con un grupo de amigos y han pactado no hablar de política.
Pero en el barrio también hay muchos jóvenes con ganas de votar y de que las cosas cambien. Tenemos problemas de paro, pisos caros, pocas ayudas, menos plazas de guarderías Ver comentarios 0. Algunos campos contienen errores. Copiar enlace Facebook X Whatsapp Email. Esta funcionalidad es sólo para registrados Iniciar sesión. Portada Opinión Fe de ratas El sacapuntas. Pasión en Sevilla Sevilla solidaria. Inmobiliario Formación. Salud Natural. Televisión Eurovisión Series Cine. Alimentación Fitness Psicología y sexo.